Ciudadano Iturbidense

Otra mirada a la actualidad de San José Iturbide, Guanajuato.

noviembre 10, 2007

El panista Enrique Arvizu ni bailes sabe organizar

Mono y nota tomada de El Reloj

Escasos recursos recabados en baile de coronación

Miguel Mejía H.

SAN JOSÉ ITURBIDE

El baile realizado por el patronato del DIF municipal para la coronación de la reina Paloma I, tuvo magros resultados si se considera que un evento de tal magnitud logró entradas por más de 34 mil pesos, sin contar la venta de bebidas alcohólicas y bocadillos, y sólo se recabaron al final 2 mil 755 pesos.

En base a una solicitud de acceso a la información realizada el pasado 21 de septiembre, la cual quedó registrada como la UMAIP/016/2007, sobre el estado de cuentas del baile en mención, la Unidad Municipal de Acceso a la Información Pública (UMAIP) respondió “Hago de su conocimiento que el Voluntariado del DIF no es un sujeto obligado por no ser parte de la administración pública municipal, ni utilizar recursos públicos para la realización de sus eventos”, aunque el evento se realizó en el auditorio de la presidencia municipal, donde además del cobro de boletos hubo venta de bebidas alcohólicas. Con ello, la información de las cuentas del evento no se pudo dar a conocer.

Sin embargo, en otra solicitud, la UMAIP/020/2007 con fecha 20 de
octubre, donde se pedía que el DIF informara el monto que el voluntariado o patronato le entrego por concepto del baile de coronación de la Reina de las Fiestas Patrias. La respuesta a dicha petición fue entregada el pasado 1 de noviembre, y ahí se informa que la cantidad que le entregaron al DIF fue por 2 mil 755 pesos.

También se había solicitado que el DIF informara cuánto habían costado los uniformes que estreno el voluntariado el pasado 18 de septiembre, fecha en que el alcalde Enrique Arvizu Valencia rindió el primer informe de gobierno del ayuntamiento.

En ese punto, la respuesta fue que los integrantes del voluntariado habían comprado los uniformes con sus propios recursos.

El baile

El voluntariado del DIF organizó el evento, que tuvo un costo de 170 pesos cada boleto y a la que acudieron cerca de 250 personas.

Dicho baile estuvo amenizado por el grupo “Sugar”, de Querétaro, que cobró 30 mil pesos por su espectáculo.

El evento tuvo una duración mayor a la que se establece en el reglamento, ya que, al menos cuatro de los asistentes al acto así lo confirmaron, el baile habría concluido pasadas de las tres de la mañana, cuando la hora fijada en dicho reglamento, es a las dos de la mañana.

Aunque era noche mexicana, el 14 de septiembre los comensales pudieron degustar de whisky y coñac, pero también había tequila y cerveza.

Por lo tanto, el auditorio municipal, en el que días después se realizaría el informe de gobierno, se convirtió en salón de fiestas con cantina incluida.

Etiquetas: , ,

Agenda Ciudadana

Las clases y sus luchas de norte a sur

Lorenzo Meyer
Jueves, 08 de Noviembre de 2007

LA VARIABLE EXPLICATIVA

Para entender el predominio actual de la derecha tanto en México como en Estados Unidos, hay que voltear a Marx de cabeza. En efecto, es la política y no la economía la que determina la naturaleza de la distribución de la riqueza.

DISTINTOS PERO PARECIDOS

México y Estados Unidos se parecen entre sí tanto como un oso y un puercoespín, para emplear los términos que eligió el ex embajador norteamericano en México, Jeffrey Davidow, cuando tituló así el libro en que analizó la relación entre los dos países. Sin embargo, aún entre vecinos tan distintos y distantes hay algunas semejanzas históricas que, por excepcionales, vale la pena explorar pues permiten entender mejor algunos elementos de sus respectivas dinámicas sociales.

Una de esas áreas que alientan la comparación por semejanza entre México y su vecino del norte, es la del ciclo histórico de disminución y aumento de la desigualdad social, proceso que, por razones distintas, se inició al mismo tiempo en ambos países en el siglo XX. Aunque en México ese impulso hacia una sociedad más justa empezó a perder fuerza mucho mas temprano hoy los dos países han vuelto a coincidir en su tendencia a la desigualdad.

LA EVOLUCIÓN PROGRESISTA EN EL NORTE

Paul Krugman es profesor de economía y relaciones internacionales de la universidad de Princeton, muy reconocido tanto por sus contribuciones teóricas como por ser un intelectual público que sostiene opiniones críticas en relación a la dirección que ha tomado la sociedad norteamericana en los últimos treinta años. El también articulista de The New York Times, acaba de publicar La conciencia de un liberal, (The Conscience of a Liberal , Nueva York, W. W. Norton), donde aventura una explicación histórica de la evolución social norteamericana en el último siglo y que no resulta del todo diferente a la experiencia mexicana.

Su punto de partida es que el desarrollo capitalista por si mismo no lleva a que, con su maduración, la acumulación de la riqueza se distribuya de manera menos injusta. Según este autor, la idea detrás de la llamada por los economistas “curva de Kuznets” no es que la desigualdad en el capitalismo vaya disminuyendo con el correr del tiempo como resultado natural de las fuerzas impersonales del mercado. Si la desigualdad disminuye es por razones políticas y no por la lógica del modelo económico y así lo confirma la experiencia norteamericana. Fueron factores eminentemente políticos los que disminuyeron, y en muy corto tiempo, en los 1930 y 1940 una desigualdad que se había vuelto endémica.

Fue la crisis política y social provocada por la Gran Depresión de 1929 lo que llevó a que el partido Demócrata encabezado por un político proveniente de las clases altas pero inteligente –Franklin D. Roosevelt- triunfara con el “Nuevo Trato” como plataforma y luego impusiera, en nombre de la emergencia bélica provocada por la II Guerra Mundial, una serie de controles sobre la producción y los salarios que dio como resultado una gran redistribución de la riqueza a favor de los asalariados. A la Gran Depresión le siguió, pues, “ La Gran Compresión ”: un esfuerzo por disminuir los extremos de riqueza y pobreza, dando por resultado una sociedad donde sus clases medias eran dominantes.

Las administraciones republicanas de Dwight Eisenhower y Richard Nixon no alteraron ese panorama que prevaleció hasta la llegada de Ronald Reagan al poder en 1981. Bajo su impuso se “descomprimió” a la sociedad norteamericana mediante una política económica de la desigualdad y del retorno a la plutocracia.

Unas cifras simples y contundentes resumen el cambio inicial: sí en los “alegres 1920” los super ricos –el 0.1% de la población- controlaban el 20% de la riqueza nacional pero en 1950 ya sólo era propietaria del 10%. Sin embargo, hoy las cifras de la distribución del ingreso dicen que los privilegiados norteamericanos han recuperado todo el terreno perdido y la clase media está a la defensiva y retrocediendo. La lucha de clases existe y la plutocracia de nuevo la va ganando.

LA EVOLUCIÓN EN EL SUR

Como ha demostrado una investigación de Mauricio Cruz, (tesis de maestría en historia, UNAM, 2006) el “Plan Sexenal” del cardenismo tomó forma de manera independiente del “Nuevo Trato” rooseveltiano. Así, dos populismos –hay que resaltar que aquí el concepto no se usa en términos derogatorios sino en los de la ciencia social-- tomaron forma al mismo tiempo, el americano apoyó al mexicano y ambos cambiaron sustantiva y positivamente a sus respectivas sociedades haciéndolas mas justas.

La raíz del cardenismo no es realmente la Gran Depresión –entre otras cosas porque entonces México no estaba tan ligado al mercado mundial- sino la lógica de los cambios desatados por la revolución pero que aún no cuajaban. Sus instrumentos principales fueron el PNR transformado en PRM, la reforma agraria, el impulso a la sindicalización y la expropiación petrolera, todos productos de una lógica básicamente política.

El impulso cardenista fue revertido por Miguel Alemán, aunque todavía sus sucesores se vieron obligados a adoptar elementos del populismo cardenista como ese homenaje que el vicio hace a la virtud. En fin, que la crisis económica de 1982 coincidió con el ascenso rápido, casi vertiginoso, de la derecha neoliberal norteamericana. De la Madrid y todos los presidentes que le siguieron, con el apoyo abierto y entusiasta de los plutócratas mexicanos, aprovecharon la coyuntura para acabar con los vestigios del cardenismo –sólo les faltó privatizar PEMEX-, dar forma al Tratado de Libre Comercio y unir su pequeño cabús a la gran locomotora norteamericana a la que, dicen, la impulsa no el interés de los pocos sino de la “lógica impersonal del mercado”.

El resultado del cambio mexicano ha sido la combinación de la mediocridad del crecimiento económico con unas de las concentraciones privadas de riqueza más grandes del mundo.

LA REGRESIÓN

Krugman explica que el factor del miedo ha sido determinante para que una parte de la clase media estadounidense haya votado por un Partido Republicano que de Reagan a los Bush ha dado forma a una sociedad muy desigual. En el sur norteamericano se experimentó un miedo racista a la posibilidad que las políticas redistributivas del Partido Demócrata terminaran por permitir que los descendientes de los esclavos tuvieran una genuina igualdad de oportunidades. Luego, tras la imposibilidad de derrotar cabalmente a los comunistas en Corea, seguido por la persistencia de la Cuba socialista, la derrota en Vietnam y finalmente la humillación provocada por el secuestro de los diplomáticos norteamericanos en Irán, los republicanos inyectaron el miedo a la “debilidad” de los demócratas frente a la amenaza comunista y del radicalismo islámico.

Fueron esas pesadillas, y no un mal funcionamiento de la economía ni el entusiasmo de la mayoría por una política de disminución de impuestos a los que más tienen y de debilitamiento del sistema de seguridad social, lo que llevó a buen número de norteamericanos de clase media, a apoyar electoralmente a la derecha extrema republicana y poner fin al “Nuevo Trato.”

En México, fue la tecnocracia del PRI la primera en usar lo acumulado por el sector público para crear Solidaridad y los programas que le sucedieron, para dar apoyo temporal a los pobres mientras recreaban o afianzaban los monopolios privados –Telmex es el caso más notable pero no el único- junto con las enormes fortunas de la clase política. Y, desde luego, esa derecha también se benefició de los recursos fiscales producto del aumento de los precios del petróleo para impedir una auténtica reforma fiscal. El recambio democrático de la derecha priísta por la derecha panista, realimentó una legitimidad que ya se tambaleaba. Sin embargo, cuando en el 2006 existió la posibilidad de un triunfo de la izquierda en las urnas, la derecha mexicana, como la americana, uso muy bien el elemento del miedo para recoger el voto de la clase media y de una parte de las clases populares.

EL FUTURO

Krugman confía que la racionalidad del votante de su país, aunada al descomunal fracaso de la política exterior de la derecha radical de su país, vuelva a dar el triunfo al partido demócrata en el 2008 y que ese partido regrese a la política redistributiva del pasado.

En México, el futuro inmediato aparece menos favorable. Sin embargo, nada esta escrito. Lo último que debemos de hacer es perder la esperanza de un nuevo vuelco hacia la equidad, aunque debe quedarnos claro que ese cambio no puede provenir de “las fuerzas impersonales del mercado” sino de las muy personales del esfuerzo político.

Etiquetas: , ,

Con el PAN, el autorismo restaurado

Tomado de Proceso 1618

El autoritarismo restaurado
(Fragmento)
Álvaro Delgado La degradación del partido que ejerce el poder federal en México es acreditada por el periodista Álvaro Delgado en El engaño: prédica y práctica del PAN, su libro más reciente. Prácticas fraudulentas, saqueo del erario, claudicación ante el poder del dinero, manipulación de la fe, uso faccioso del aparato gubernamental, pactos mafiosos con el priismo... el desprecio a su historia. Con la autorización del autor y de la editorial (Grijalbo), se reproducen aquí fragmentos del libro, que comenzará a circular en los próximos días.

César Nava Vázquez es, por su juventud, arquetipo del cambio generacional que propone Felipe Calderón desde el gobierno: Abogado por la Universidad Panamericana, con maestría en Harvard, es -a los 33 años- custodio de la oficina del poder en Los Pinos.

Condiscípulos de la Escuela Libre de Derecho, Nava Vázquez tiene a Calderón como modelo: Michoacano como él, fue también dirigente nacional juvenil y ambicionaba presidir el PAN justo a la edad en que lo hizo su jefe.

Calderón lo fue por guía de Carlos Castillo Peraza, que lo apartó luego. En una historia ajena, con el PAN en la cúspide, otras son las circunstancias y otros los arrojos de Nava.

-¿Cuándo comienzas tu campaña a la presidencia de tu partido? -le pregunté, a finales de julio de 2007.

-Eso tendrá que decidirlo el presidente.

-¿Cómo?

-Sí. Hay que esperar lo que decida el presidente.

-¿Te das cuenta de lo que dices?

Nava no captaba.

-Subordinas tu decisión a la voluntad de un solo hombre.

-Bueno, formo parte de un equipo.

-¿Pero quieres ser presidente del PAN?

-Lo decidirá el presidente -ratificó.

Germán Martínez Cázares, seis años mayor que Nava Vázquez y aspirante a presidir el PAN -derecho que en 2005 Calderón le negó ante Manuel Espino-, suele predicar la doctrina y el deber de su partido en el gobierno.

Como Calderón, Martínez Cázares es michoacano y jurista, pero -igual que Nava- tiene atada la libertad a su jefe, supremo elector desde el poder para decidir, a capricho, el destino del partido, que lo ambiciona como instrumento suyo.

Exsecretario de la Función Pública, simulación sexenal ante el monstruo de la corrupción gubernamental y privada, Martínez Cázares no se atrevió jamás a expresar pública y abiertamente -durante su efímero paso de nueve meses en la alta burocracia- su anhelo de presidir el PAN, sin la instrucción de Calderón. "Si el presidente lo ordena, sí".

-¿Estás consciente de lo que dices?

-Sí, te lo digo abiertamente.

El alegato de Martínez Cázares es idéntico al de Nava Vázquez: Es parte de un equipo, el que encabeza Calderón.

-Es lo que decían los presidentes priistas y que ustedes, en el PAN, tanto criticaron.

-Se equivocó el panismo.

La sentencia de Martínez Cázares, dicha con la parsimonia de quien mira llover, no es menor: El PAN deberá lanzar a la hoguera documentos y discursos en los que, desde hace 68 años, censuró la subordinación y la manipulación del presidente en turno al partido que lo llevó al poder.

En las democracias consolidadas, en efecto, a nadie asusta que el partido esté sujeto al gobernante máximo, pero no es el caso de México ni del PAN, que fincó durante décadas su discurso en aborrecer la abyecta relación partido-gobierno.

Ahora lo deleznable en el PRI es virtud en Calderón, quien jugó al tapadismo con Nava y Martínez Cázares, cómplices ambos de una maniobra que abomina de la herencia del PAN y que hace emerger la restauración autoritaria que -lo saben muchos panistas- anida en la facción gobernante.

Etiquetas: ,