Ciudadano Iturbidense

Otra mirada a la actualidad de San José Iturbide, Guanajuato.

julio 21, 2007

De los editores

Aditamentos en el blog
Nosotros, a diferencia del gobierno panista, sí cumplimos nuestras promesas.
Habíamos prometido modernizar este blog y añadir nuevos elementos. Ya lo hemos hecho. A partir de hoy podrás ver en el flanco izquierdo links con las noticias más recientes de La Jornada, Proceso, Correo de Guanajuato, los cartones de los moneros de El Chamuco y una liga directa a los programas de AMLO para que nunca se nos vuelvan a pasar.
En el futuro agregaremos otros medios para que desde este blog puedas acceder a la mayor información posible.
Esperamos disfruten estas novedades porque nos hemos esforzado para crear un sitio en donde puedas acceder a la información y formarte una opinión sobre las situación de nuestro municipio, estado y país.

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julio 19, 2007

Partido Acción Nacional, responsable de las explosiones en Guanajuato

El siguiente artículo fue tomado del blog "Grilla sin partido", que a su vez fue tomado del blog "El pedote de FeCal"
Por: Eratóstenes Horamarcada

Ésta es la segunda vez, en 8 meses, que cierta corriente del Partido Acción Nacional --que intenta, por medio del terror y de manera muy torpe, fortalecer a Felipe Calderón-- pone en peligro a la sociedad mexicana con alarmantes atentados a objetivos civiles.

Por lo menos eso es lo que yo creo, y voy a explicar las razones que tengo para pensar así.

El 6 de noviembre del año pasado, en el Distrito Federal, los edificios del Tribunal Electoral y el PRI, así como el cajero automático de un banco, resultaron superficialmente dañados por el estallamiento simultáneo de tres petardos. Durante los días posteriores se sucedieron más ataques, en otras partes de la república, de consecuencias físicas tan modestas como las del primero.

Si bien extravagantes grupos guerrilleros de los que nadie, hasta ese momento, había tenido noticia, se adjudicaron la autoría de aquellas explosiones, la selección de los primeros objetivos --que vuelvo a enumerar: TRIFE, PRI, bancos-- llevó a una población exaltada todavía por la propaganda del PAN y el Consejo Coordinador Empresarial, a señalar a los partidos políticos como culpables de esa manifestación de violencia. Por un lado, el ataque a la sede del PRI --el partido que sostiene al gobernador de Oaxaca, estado que atravesaba por entonces sus días más difíciles-- hizo pensar a algunos que la APPO había tenido algo que ver en la organización de los atentados. Por otro lado, el ataque al TRIFE podía ser interpretado como una venganza del PRD por la cuestionable actuación del Tribunal durante y después de los comicios de 2006: programas de radio como el de Óscar Mario Beteta, y periódicos como el capitalino Crónica, propagaron el chisme de que Andrés Manuel López Obrador era coautor de los atentados, y numerosos blogs y sitios de internet sirvieron de eco a las calumnias de Crónica y Beteta. Al final, la izquierda fue la más lastimada por los atentados, pues los medios de difusión gobiernistas aprovecharon la histeria para iniciar una campaña de difamación en contra del PRD y la APPO.

Dos semanas después del primer ataque, el periódico Reforma anunció la salida a la luz pública de un movimiento guerrillero que se denominó a sí mismo "Comando Magonista de Liberación de la Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo". La TDR sería, de acuerdo con su propio dicho, una de las organizaciones responsables de los estallidos del 6 de noviembre. Los portavoces de la TDR aseguraron haber creado este movimiento como consecuencia de su deserción del Ejército Popular Revolucionario, y manifestaron coincidencias con la Convención Nacional Democrática que apoya a López Obrador. Extrañamente, también pretenden coincidir con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, cuya lejanía respecto de AMLO es reconocida por todos. La nota de Reforma terminaba de vincular a López Obrador con grupos armados.

Muy conveniente para Felipe Calderón, ¿no creen?

Pero precisamente al observar que la principal víctima de los atentados era la izquierda de México, muchos nos preguntamos si el partido en el poder no estaría detrás de las explosiones.

El columnista de El Universal Raymundo Riva Palacio dio a conocer el 8 de noviembre que uno de los ingredientes de las bombas detonadas en el PRI y el TRIFE era el conocido como semtex, favorito de Al Qaeda y ETA. Dado el control tan estricto que existe en todo el mundo sobre el semtex, y la relativa facilidad de rastrear el origen del explosivo, Riva Palacio se preguntó: "¿Cuántos podrían arriesgarse a ser identificados? Una guerrilla altamente preparada, lista para enfrentar en definitiva a un Estado, sí. Un sector del mismo Estado, también. ¿Un gobierno extranjero? Igual".

Soy yo, Eratóstenes, quien subraya la frase: Un sector del mismo Estado, también
.

A fines del 2006, la objeción más fuerte a la hipótesis de un origen estatal de las bombas era lo inconveniente que resultaba para Vicente Fox evidenciar la debilidad de su gobierno. Pero Fox estaba por abandonar el cargo; había dejado de ser una figura imprescindible para el PAN, al que, de hecho, molestaba con su torpe comportamiento público. Por eso prefiero hablar de un origen panista, partidista, no estatal ni gubernamental, de los atentados de 2006.

Del artículo de Riva Palacio se desprende la imposibilidad de que el PRD o la APPO hayan fraguado los atentados de hace 8 meses. Para el periodista, las posibilidades reales son: a) un gobierno extranjero; b) una guerrilla sólida, fuerte; c) un sector del Estado.

Consideremos en serio el primer inciso. ¿Qué nación podría estar interesada en sembrar el terror en México? A algunas personas les agradaría pensar que Venezuela o Cuba, pero, como he venido repitiendo, las explosiones supusieron un golpe para el PRD y la APPO; y, en mayor o menor grado, los gobiernos de los dos países mencionados se han solidarizado ante diversas coyunturas con la izquierda mexicana.

El otro nombre que acude a la mente es el de Estados Unidos.

Continuará....

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julio 18, 2007

La verdad sea dicha

Nos actualizamos en la publicación de los programas de La Verdad sea Dicha. Una disculpa por no haberlos actualizado.

17 julio 2007 -28


10 julio 2007 -27



3 julio 2007 -26


26 junio 2007 -25


19 junio 2007 -24


12 junio 2007 -23


3 junio 2007 -22
Por problemas técnicos no disponible en Google video. Para verlo de click aquí http://www.laverdadseadicha.org/2007/06/la-verdad-sea-dicha-5-de-junio-2007_05.html

29 mayo 2007 -21


22 mayo 2007 -20

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julio 17, 2007

De los editores

Respondiendo al post “Cuestión de perspectivas

Agradecemos el tiempo que te hayas tomado en escribirnos unas líneas y pedimos una disculpa por tardar tanto tiempo en responder pero nuestras ocupaciones laborales no nos habían permitido tener tiempo libre para reactivar el blog. Superados esos escollos, continuamos.

Se afirma en un post lo siguiente (las faltas de ortografía vienen así en el original):

“solo he observado "criticas", que en lugar de ser constructivas, se desprenden de la paranoia desquiciada por personas narcisistas, que no aceptan que los Gobiernos, generalizando, han tenido, tienen, y tendrán errores perfectibles… mi perspectiva solamente se base en lo poco o mucho que he estado leyendo en este espacio virtual, creo además que la intención de este espacio es solamente dañar la imagen de un Municipio; que es cada vez mas homogenizado en sus tradiciones y costumbres…”


En primer lugar, no existe la crítica positiva ni la destructiva sino simplemente la crítica sin adjetivos. La Real Academia de la Lengua Española la define en su octava acepción así: “f. Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc.”
Por tanto, es un absurdo hablar de “crítica constructiva” y su presunta contraparte la “crítica negativa”. El papel de la crítica es fundamental en una democracia. Si no hubiera democracia, esto se convertiría en una dictadura. Quizá moleste a los gobernantes, pero si estos saben escuchar y leer con atención puede servirles para corregir, sobre todo en un medio político en donde quien ejerce el poder cree convertirse en automático en un pequeño rey (o rey chiquito, para recordar al personaje del monero Trino) que impone su estilo personal de gobernar (según Cosío Villegas) y que vive en el autoengaño creyendo que gobierna de maravilla.
Si a eso le agregamos la lambisconería (baste recordar la anécdota cuando el presidente de la República Plutarco Elías Calles preguntó la hora, un barbero secretario le respondió “las que usted guste señor Presidente”, diálogo recuperado en la gran novela de Carlos Fuentes “La región más transparente del aire”), provocan que quien ejerce el poder viva en el más absoluto engaño.
Por ello, es fundamental el papel de la crítica hecha por los ciudadanos. Y es sano que se levante un debate acerca del papel de los gobernantes, propósito que tuvimos al crear este sitio gratuito colgado en internet.

Finalmente, si no se cuestionara al gobierno, México seguiría siendo una colonia española y nos llamaríamos Nueva España y San José Iturbide se llamaría San José Casas Viejas.
Segundo: que si nuestros comentarios se desprenden de la “paranoia desquiciada por personas narcisistas” pues es tu diagnóstico pseudospsicológico. Esperemos hayas comprendido bien los términos en tu materia de fundamentos de psicología, porque si no, recomendaría recursarla.
Tercero: dices que los gobiernos tienen “errores perfectibles”. Espero también hayas comprendido que quisiste decir con eso porque perfectible significa capaz de perfeccionarse. Entonces según tu afirmación, todos los errores del gobierno se pueden perfeccionar, es decir, volverlos unos errores perfectos, impecables. Unos grandes errores en pocas palabras

Quizá lo que quisiste decir es que todo gobierno tiene errores corregibles. Hay que saber lo que se dice.

Cuarto: Dices: “creo además que la intención de este espacio es solamente dañar la imagen de un Municipio”. Esto es un grave error de apreciación producto de una falta enorme de cultura política. Cuestionar al gobierno no es cuestionar al municipio ni a su gente. Es como afirmar que uno le desea que le vaya bien al alcalde porque así le irá bien al municipio. Nada más lejos de la realidad y que evidencia una añoranza por la estructura de poder monárquico en donde el destino del país dependía del rey. Vivimos en una república, en donde el gobernante debe de ser tan sólo el “primus inter pares” (primero entre iguales) y por tanto, tiene que rendir cuentas y es susceptible de ser cuestionado. Afirmar que atacar al gobierno es atacar al municipio, es un pensamiento conservador que ya fue superado hace siglos.

Por cierto, para ilustrar lo falso que es esa dicotomía entre la suerte del gobernante y su pueblo, baste recordar que a Carlos Salinas de Gortari le fue muy bien como presidente, su fortuna se incrementó, la pregunta es ¿le fue bien al país?

Cinco: Dices que San José Iturbide es un municipio “que es cada vez más homogenizado en sus tradiciones y costumbres”: Espero también hayas comprendido lo que quisiste decir con eso. ¿Tradiciones y costumbres homogeneizadas con respecto a qué? Homogéneo significa que es igual, uniforme, sin matices. Bajo tu lógica, ¿homogéneo a la cultura estadounidense? ¿A la europea? Es una idea sin terminar, más bien producto de una sumatoria de palabras domingueras para apantallar a quienes verdaderamente desconocen los términos.

Seis: Reconoces que ignoras las cuestiones fundamentales de tu municipio e incluso creíste que El Salto era representativo de San José cuando está en Tierra Blanca. Eso sólo evidencia la carencia de argumentos tanto teóricos como prácticos en tu post. Ahí sí ni como ayudarte. Quizás deberías de leer más y tratar de conocer en realidad a tu municipio porque sitios representativos hay muchos. Te pongo un ejemplo: Puerto de Carroza, ahí se libró una batalla entre insurgentes y realistas en la Guerra de Independencia.

Séptimo: Afirmas que en “este municipio, en lugar de haber un presidente, hay como 60,000 (estimación aproximada de habitantes). Solamente me resta decir: dejemos de ser presidentes, y pongámonos a trabajar por el bien de la colectividad.”

Exageras sin duda, descontemos a los menores de 18 años, con lo que nuestra cifra se reduciría a 35 mil más o menos. Y no es que todos los iturbidenses deban sentirse presidentes, sino que el ciudadano responsable sabe que en una democracia su participación política no termina sólo en el simple acto de ir a votar, sino que escudriña y exige una rendición de cuentas claras. Una ciudadanía apática es veneno para la democracia. Una ciudadanía activa, corrige los excesos y errores de los gobernantes.
Por otra parte, agradecemos tus cuestionamientos. Eso nos hacen mejorar y nos comprometemos a no dejar tan abandonado el blog, pero ustedes saben, para quienes laboramos en las empresas recién instaladas, a veces la mitad de año y en el final de éste, la carga de trabajo se incrementa. Pero hemos regresado con nuevos bríos.
Por cierto, la semana entrante, seguiremos con el análisis de nuestra decadente clase política que una vez más demuestra no estar a la altura de lo que este municipio es. Y lo peor es que se quieren volver a postular para ser alcaldes.

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La derecha y su miedo a la democracia

Tomado de Proceso
Álvaro Delgado
15 de julio de 2007

“Estoy conteniendo la respiración…” De esta manera Lorenzo Meyer manifiesta su expectativa sobre aquello que la sociedad mexicana estaría en condiciones de hacer ante el embate cada vez más duro de quienes hoy detentan el poder político en el país. En entrevista con Proceso, el historiador, que acaba de publicar El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, afirma que el miedo de la derecha a la democracia puede conducirla a hacer lo que sea, a la violencia incluso…
“Una democracia construida sobre la base del miedo no es otra cosa que miedo a la democracia”, sentencia Lorenzo Meyer en su más reciente libro. El espejismo democrático, y advierte –en entrevista- que la derecha es el entramado político que, desde la lucha por la independencia de México y hasta ahora, explota el pavor para mantener su hegemonía.
Por eso, afirma, en 2006 México no dio el gran paso en la transformación política de la que se ufanaba el Partido Acción Nacional (PAN). “La derecha es la que no quiso darlo, porque es la derecha la que tiene miedo a la democracia desde la Guerra de Independencia, cuando vio las grandes turbas levantadas y las vio como masas peligrosas. Desde la Alhóndiga de Granaditas no se le quita el miedo”.
Los criollos, recuerda, se aliaron a los españoles para derrotar a los independentistas. “Ahí está el origen de la izquierda y la derecha de México. Antes de que usáramos esos términos, que vienen de la Revolución Francesa, ya estaba el basamento social de esa división: una minoría, entre dueños y administradores gubernamentales y eclesiásticos, y una enorme mayoría indígena explotada”.
Esa dicotomía, que prevalece a lo largo de la historia independiente de México –excepto en el porfiriato y, con salvedades, en la era priista, cuando se proclamó la unidad nacional-, está en auge por la estructura de intereses que respalda al gobierno de Felipe Calderón y el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con el reportero el jueves 12, el investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México examina el momento que vive el país desde el México independiente con dos fuerzas antagónicas, y cómo la derecha de hoy –integrada por panistas, priistas, grandes empresarios, la Iglesia católica y sectores de clase media- evitó a toda costa el triunfo de la izquierda en 2006.
Meyer también destaca en la trama el papel de intelectuales como Jorge Castañeda, autor en 2004 –cuando ya había dejado de ser canciller del gobierno de Vicente Fox-, del “manifiesto” para liquidar políticamente a López Obrador –“hay que ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles”-, y Enrique Krauze, quien sustentó la tesis del supuesto “mesianismo” del tabasqueño.
“La derecha, si hubiera sido inteligente –pensé que lo era-, le hubiera dejado a la izquierda este momento para manejar a México y para ver de qué color pinta el morado”, expone Meyer, quien considera que un gobierno de izquierda poco podría hacer en un país con una estructura social terrible, pero a cambio las masas habrían sentido el sistema como suyo.
“Pensé que eso iba a pasar y que la derecha, con colmillo largo, iba a dejar pasar eso, pero decidieron ser tan pequeñitos, tan poca cosa que hicieron lo que hicieron en las elecciones de 2006”.
-Pero los panistas aún dicen que López Obrador quería perpetuarse en el poder…
-¡Los que quieren perpetuarse en el poder son ellos! –responde-. Si tienen miedo al que está teniendo una base social de pobres, de los marginados de siempre, es que temen a la sociedad. El peligro que ellos ven es lo que crearon a lo largo de los siglos. Los herederos de la injusticia básica dice: Es un peligro porque nosotros hemos mantenido una sociedad de unos pocos con mucho y unos muchos con poco, y qué tal si los muchos comienzan a demandar.
“¿Y cómo lo sabían? ¿Son adivinos? En cambio el PAN sí se está perpetuando, porque llegó al poder en el 2000 con unas elecciones formalmente limpias, porque eran dos derechas, y ahora ya dijo que su proyecto es para el 2012 y para delante. Los que ya hablan de perpetuarse son los panistas.”
Y más adelante, advierte: “Ya no hay límites. Esto es lo que me da miedo respecto del futuro: Que ya hecho lo que han hecho, no tienen límites. Ya pueden llegar a la violencia, al asesinato, pueden llegar a lo que sea. Como el PRI”.
Para explicar el momento actual, Meyer recurre a la escena de una película de vaqueros: “La derecha está parapetada en una especie de circulo de carretas: Los indios están atacando desde afuera y ellos –Calderón, los grandes empresarios, la iglesia, etcétera- están defendiéndose en su circulo”.
Inclusive, advierte, hay “una atmósfera como de los setenta”, a raíz del sabotaje presuntamente cometido por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) contra instalaciones de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para exigir la presentación de dos desaparecidos.
Sobre la izquierda, Meyer afirma que “está en un brete” después de que se derrumbó el marxismo como visión totalizadora del mundo. “Sólo tiene en su defensa y a su favor un sentido de justicia”.
Madero y López Obrador
Meyer contradice las aseveraciones de que López Obrador “está muerto” políticamente, y afirma, sobre todo con la credencialización de su “gobierno legítimo” –que es “de baja intensidad”-, le da una dinámica parecida al trabajo político de Francisco I. Madero previo a la Revolución.
“A mi juicio es más o menos –a lo mejor alguien como Krauze dice que es falso- como cuando Madero va en ferrocarril con su esposa y su secretario, de estación en estación convocando mítines, tendiendo conflictos con la autoridad local, pero dejando la semilla. Madero llevaba la ventaja de que ya estaban los clubes de (Bernardo) Reyes ahí y Andrés Manuel tiene la ventaja de que existe el PRD, aunque su proyecto no es perredista”.
Aunque “hay una cierta fatiga después de la lucha electoral” y el grueso de la población se repliega para cumplir con sus labores cotidianas, en la élite política prevalece la división y el bloque de derecha que respalda a Calderón prevalece: “No se ha roto porque el miedo es enorme. Los tiene unidos el miedo. Ellos crearon primero el miedo artificialmente, pero al no desaparecer la figura de Andrés Manuel hay un elemento objetivo de miedo”.
Añade: “Es un odio y un temor al liderazgo carismático, porque ese liderazgo tiene algo que no tienen los otros: biografía. Andrés Manuel tiene una biografía que, aunque quisieran, los demás no podrían tenerla, porque ya se les pasó el tiempo”.
López Obrador –detalla- procede de un estado marginal, estudia en la UNAM y luego vive con los indios de La Chontalpa, en Tabasco, acompañado de su esposa, y ahí nace su primer hijo. “Esa capacidad de vivir, sentir y entender el México profundo no la tienen Calderón, Fox o los miembros del gabinete. Por eso el odio a ese líder. Pero, además, porque no lo pueden cooptar”.
Meyer hace un repaso histórico sobre la confrontación de la derecha y la izquierda, que tiene su origen en la revolución independentista.
Al consumarse la independencia respecto de España, “pasada la euforia de 1821”, la realidad es que prevalecen dos grandes bandos: Republicanos y monárquicos, centralistas y federalistas, y conservadores y liberales. “Esa fue la drámática iniciación de México como sociedad política independiente: dividida en dos. Ahí está la izquierda y le derecha.
Sólo en dos periodos se impone la idea de unidad nacional: En el porfiriato y en el triunfo y la consolidación de la Revolución, con la creación del Partido Nacional Revolucionario, abuelo del Revolucionario Institucional (PRI), convertido en una “enorme campaña” de intereses que, sin embargo, se sustenta en la lógica del autoritarismo.
“Ahí nos pasamos justamente la guerra Fría, pero sí hubo una lucha entre izquierda y derecha: Lázaro Cárdenas representaba la izquierda dentro de ese partido y Miguel Alemán la derecha. Se dieron hasta con la cubeta, pero cubiertos con el velo del gran partido.”
En 1997, cuando la ciudadanía quita el PRI la hegemonía en la Cámara de Diputados, y sobre todo en el 2000, cuando se produce la alternancia, las cosas cambiaron, aunque la hegemonía de la derecha prevaleció: Se mantuvo la política económica, expresada en el rescate bancario del Fobaproa, autorizado por Calderón como presidente del PAN.
“En el 2000 fue posible la democracia política –por eso le puse a este libro El espejismo-, porque la gran lucha en las urnas no se dio entre izquierda y derecha, sino entre dos tipos de derecha: Una, la revolucionaria, que no quería admitir su naturaleza y que se decía heredera de la revolución, que es el PRI, y la otra, panista, el neopanismo, en realidad”.
Para los poderes fácticos –la Iglesia católica, los grupos empresariales, Carlos Slim, la “clase media muy decente”- no había preocupación, aunque el triunfo de Fox le dio un elemento legitimador, pero fue rumbo al 2006 cuando “la derecha no quiso” más democracia.
Por ello, recuerda, se crea una “gran coalición” derechista para evitar el triunfo de López Obrador, al frente de la cual se colocó Fox, y que contó con el apoyo de miembros de la comunidad intelectual, como Castañeda, quien justificó el desafuero, cuando, el 18 de mayo de 2004, afirmó que había que ganarle como fuera.
El papel de Krauze
Y ya en el proceso electoral de 2006, Enrique Krauze elaboró, a partir de un desayuno con López Obrador, el ensayo El mesías tropical, para subrayar su presunto mesianismo, y aun conjeturó, en un artículo publicado en Reforma, las reservas que Daniel Cosío Villegas tendría del tabasqueño.
“Fue una manera directa de decir: “Se equivocaron, son unos irresponsables”. Entonces las clases ilustradas, no la derecha, tiene la obligación ética de vigilar a esas masas maleducadas que se van con una facilidad por el populismo”.
Sobre Krauze, quien criticó a López Obrador por citas del libro de Cosío Villegas, Meyer dice: “Le tomó tiempo responder, por que el día que Andrés Manuel le dijo lo del ‘rayo de esperanza’. No le respondió. Le tomó su tiempo imaginarse lo que Cosío Villegas, ya muerto, hubiera dicho (del perredista). Yo me hubiera imaginado lo que Cosío Villegas (pensaba). Yo sí lo conocí. Y podría haber construido una respuesta diferente, la que viene en La última gran crisis de México.
“El problema moral que Cosío Villegas expone es que los dirigentes de la Revolución no estuvieron nunca a la altura de las circunstancias y una de sus promesas fue la justicia social, que no la cumplieron, renegaron de ella. Andrés Manuel lo que propone es volver a eso. Hizo inclusive una edición de La última gran crisis de México, o sea que sí había asimilado bien.”
-¿El mesías tropical, de Krauze, lo compró la derecha?
-Fue construido para la derecha, no necesitaban comprárselo. Lo estaban demandando.
En su libro El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, editado por Océano, escribe también que la Iglesia católica, como expresión de la derecha, y su relación con la política, está en la agenda nacional. “A doscientos años de su nacimiento, Juárez –su espíritu- ha sido puesto a prueba”.
Y ante la nueva ofensiva de la alta jerarquía del clero, dice: “Es una espiral, un retorno al origen: en el siglo XVI no hay forma posible de hacer una división entre el poder terrenal y el poder eclesiástico. Lo terrible de hacerlo en el siglo XXI es que la Iglesia dice tener una liga con el más allá, con Dios, y a la hora de discutir sobre algo terrenal, que como pocas cosas es la política, una de las partes tiene la ventaja de que Dios está con ella y el campo no está nivelado.”
Lo que hizo Benito Juárez, y con él liberales de la Reforma, fue nivelar el terreno separando el Estado de la Iglesia: “Costó sangre y fuego, pero luego Carlos Salinas, por su debilidad producto del fraude, volvió a abrir la puerta”.
Ahora que la Iglesia quiere más poder, dice Meyer, “lo único que nos puede defender es el buen sentido común de la sociedad, que no sé si lo tenga”, y reaccione como lo han hecho las mujeres sobre la prohibición de la Iglesia católica para no usar anticonceptivos.
“Espero que la sociedad mexicana haya, al menos parcialmente, superado esa terrible herencia colonial, cuando se fundió la cruz y la espada y se hicieron una sola cosa, un poder con las dos caras.
Es una esperanza, una apuesta. Estoy conteniendo la respiración…”.

Tomado del blog CANAL ABIERTO

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