Por una televisión democrática
Tomado del blog La Hora del Pueblo
Gerardo Fernández Casanova
¡Por esto!
17 de diciembre de 2006 Como aquel baturro que aseguró a su mujer que el mundo llegaba a su fin porque el cura, en su sermón dominical, había advertido que ahora con el influjo de la televisión las mozas son sin teticas (por sintéticas) y los chavales sin bolicas (por simbólicos) el que esto escribe registra los mismos temores: ahora los monopolios atacan a los monopolios para que no vengan a afectar a sus monopolios ¿Quieres que te lo vuelva a contar? Este era un gato que atacó a otro gato porque quería ser gato ¿Quieres que te lo cuente otra vez? Televisa y TV Azteca (real monopolio televisivo) atacan a un tal Saba de ser monopolio en la distribución de medicamentos y le dedican importantes espacios noticiosos para acusarlo de ser el causante de la muerte de quienes no tienen dinero para comprar las medicinas encarecidas por el criminal monopolista. La gente, pronta a comprar cualquier engaño que aparezca en pantalla y en voz de sus héroes electrónicos (muy teletónicos) admira su generosidad y su compromiso social colocando al tal Saba en el antisantuario de los demonios y los peligros para México; vecino, pues, del tal Andrés Manuel.
Ni tardo ni perezoso el tal Saba, junto con la angelical General Electric, desmienten los infundios acusando, a su vez, al monopolio de la televisión de realizar la campaña de desprestigio ante el riesgo de que fuese aceptada su solicitud para adquirir la concesión de un nuevo canal de transmisión abierta de alcance nacional, apelando a la necesidad de abrir la competencia en el sector. Hasta aquí el primer acto de la comedia de enredos. Monopolios versus monopolios.
En un segundo acto, las fuerzas de la opinión pública se reacomodan. Olvidan el talante monopólico de Saba y lanzan sus dardos contra el monopolio de Azcárraga y Salinas Pliego. No es posible -argumentan- que el Estado continúe protegiéndolos, cuando sólo sirven para embrutecer al pueblo. Tercia el pulcro Luis Téllez, flamante secretario de comunicaciones y añejo servidor de Televisa, para decir que no hay tema a discutir puesto que no existe espacio para licitar nuevas concesiones. La izquierda brinca a la palestra y exhibe los antecedentes de Téllez como socio y empleado de la televisora privilegiada, destacando el pago por Calderón de la factura por el apoyo recibido en la fragua del fraude electoral y, en cierta forma indirecta, favoreciendo al otorgamiento de la concesión a Saba-GE. Termina el segundo acto con más enredos. Parece que el mundo está al revés; temo que si así siguen las cosas, el monopolista hijo de no sé qué tantos resulte ser el pueblo empobrecido, incluido este humilde servidor.
Ahora que si las cosas están tan revueltas, no resisto la tentación de agregar mi granito de arena al caos. Primero pregunto si alguien realmente cree que la inclusión de un tercer elemento monopolista va a mejorar la calidad de la programación televisiva. Para responder baste recordar a Lope de Vega: "El vulgo es necio/ y en tanto paga es justo/ hablarle en necio/ para darle gusto". Mientras el negocio televisivo se finque sobre la venta de publicidad y ésta se valore en función de la magnitud de la audiencia (rating), la programación será más necia para captar a la enorme masa necia. Así resultó cuando el gobierno de Salinas entregó a un Salinas por mediación de otro Salinas, la paraestatal TV Azteca. Solamente se incrementó la oferta chocarrera y embrutecedora.
La lucha de la izquierda y, en general, del sector pensante de la sociedad tendría que ser, esencialmente, contra la utilización comercial de un medio público como es el espacio radioeléctrico, para entregarlo a la sociedad. Si esto resultara inviable en la condición actual, habría que, por lo menos, impulsar alternativas de inclusión de una televisión popular con compromiso de izquierda. UN CANAL DE TELEVISIÓN PARA LA JORNADA. La Jornada como la punta de lanza de un amplio sindicato de publicaciones progresistas de los Estados, como sería el POR ESTO! de Yucatán y tantos otros medios; que fuese refugio a tantos periodistas y comentaristas perseguidos, ¿qué tal la Aristegui, el Solórzano o el Rocha, hasta el Gutiérrez Vivó? ¿Por qué no el nuevo Zabludovsky y su hijo, o un Trujillo libre, o Saldaña repatriado? Por dinero no hay problema; los seguidores de Andrés Manuel somos millones de pobres, que no seremos más pobres si aportamos al capital de una empresa social de medios de comunicación electrónica, que diga lo que pensamos y lo que queremos, que nos ayude a desembrutecer a la otra parte de pobres cooptados por la propaganda. Somos tantos que no tendría problemas de audiencia para la venta de publicidad, incluso condicionándola a que sea constructiva de valores afirmativos.
Si el río está revuelto es momento de lanzar la red. TELEVISIÓN POPULAR YA.
Correo electrónico: gerdez999@yahoo.com.mx
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home