Más de las corruptelas de la pareja presidencial
Fragmento tomado de Proceso 1614
La dama voraz
Daniel Lizárraga
Desde que se casó con Vicente Fox, justo un año después de que éste ganara las elecciones, Marta Sahagún vivió y gastó como reina. No hubo quien frenara su apetito consumista. Con el aval del presidente, la soberana utilizó durante cinco años una clave presupuestal (la 112-2) para comprar muebles, platería, ropa exclusiva, perfumes, arreglos florales... No conforme, pagó sus viajes y los de sus colaboradores. Según las facturas obtenidas por Proceso, el dispendio comprobable fue cercano a los 26 millones de pesos.
Durante cinco años, cuando estuvo en Los Pinos al lado de su esposo Vicente Fox, Marta Sahagún tuvo una clave presupuestal asignada por el mandatario.
Por medio de ésta –la número 112-2– en ese período dispuso de 14 millones 367 mil 325 pesos, que destinó a montar y acondicionar su oficina con pisos de mármol, accesorios de plata y arreglos florales. Tales fueron sus “gastos de orden social” y “de protocolo”.
Ese derroche con cargo al erario federal fue equivalente, por ejemplo, a todo lo que invirtió recientemente la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en la rehabilitación de 960 viviendas de familias pobres en Manzanillo, Colima.
Así mismo, la consorte de Fox tenía en su despacho dos sistemas de televisión de paga –Cablevisión y Sky–, además de un teléfono satelital, contaba con servicio de mensajería personal para comprar esencias corporales en tiendas de Polanco, y en 2004 firmó un contrato con la empresa Medialog para que le proporcionara asesoría especializada en medios de comunicación, por la que pagó 458 mil pesos.
En mayo de 2002, Sahagún pagó 40 mil pesos por la impresión de tarjetas personales (“Con los atentos saludos de...”), y en noviembre siguiente 46 mil 839 pesos por 2 mil hojas membretadas tamaño carta en una sola tinta.
Cuando viajó a Santo Domingo, República Dominicana, para acudir a la XII Conferencia de Esposas, Damas y Representantes de Jefes de Estado entre el 15 y 17 de octubre de 2003, Sahagún llevó regalos especiales para sus pares: 29 mascadas de seda –de 90 centímetros cada una– adquiridas en Pineda Covalín, firma de accesorios utilizada a menudo por intelectuales y por la clase política mexicana. Estas prendas se caracterizan por su finura y el estampado de imágenes del arte y de la artesanía mexicana.
Antes de partir a ese encuentro, también compró dos bolsas estilo cartera, rebozos de seda, envolturas de yute y cajas artesanales, lo que implicó un desembolso de 15 mil 194 pesos, tomados de la partida “gastos de orden social”. Por ese entonces –el otoño de 2003–, la consorte presidencial se hacía acompañar por la fotógrafa Judith Pérez Reséndiz en algunos recorridos por el país.
En 17 expedientes obtenidos mediante la Ley Federal de Transparencia –cada uno con más de 800 facturas– consta que, de 2002 a 2005, el pago por el servicio de teléfonos de oficina, celulares y localizadores Nextel de los colaboradores de Sahagún fue de 3 millones 420 mil 400 pesos.
La manutención del despacho de Sahagún, por el que pasaron empresarios, políticos, secretarios de Estado y dueños de medios de comunicación, también causó al erario una erogación de 2 millones 148 mil 695 pesos para boletos de avión y viáticos de sus colaboradores más cercanos, quienes la acompañaron en las 155 giras por el país y el extranjero, así como a varias de las visitas dominicales de la entonces pareja presidencial al rancho San Cristóbal.
El promedio de gasto diario destinado a la oficina de la primera dama fue de mil 986 pesos, esto en un país en el cual el salario mínimo es de 50.57 pesos diarios y donde –por ejemplo– una viuda pensionada de Aduanas sólo percibe 2 mil 600 pesos al mes.
Los gastos del despacho que ocupó Sahagún no se habían revelado. Proceso consiguió las facturas mediante una petición de acceso a la información pública enviada a Los Pinos el 7 de junio pasado. El gobierno de Felipe Calderón entregó 17 gruesos expedientes la primera semana de agosto, por lo que no hubo necesidad de recurrir al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).
Sin embargo, la erogación de los 14 millones 367 mil 325 pesos representa sólo una hebra del complejo enredo contable que significó el paso de la pareja Fox-Sahagún por Los Pinos.
A esta cantidad deben agregarse 386 mil pesos que gastó Marta Sahagún en la compra de vestuario y accesorios personales en junio de 2004, así como otros 11 millones 149 mil pesos dilapidados en sus 155 giras nacionales e internacionales. En suma: 25 millones 902 mil 325 pesos.
Aun así, todavía falta saber a cuánto ascendió el sueldo de los 38 funcionarios que tuvo a su servicio, quienes estaban en la nómina general de la Presidencia.
Etiquetas: Corrupción, Fox
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