Que respondan también los organizadores de los arrancones

En el último año de Javier de la Vega, por falta de medidas de seguridad un corredor de motocicleta se impactó contra una persona que imprudentemente atravesó la "pista de carreras" que no era otra cosa que un tramo del nuevo libramiento.
Las medidas de seguridad eran mínimas para un evento de tal calibre. En vez de vallas metálicas había simples mecates... El resultado: un muerto y un lesionado grave. Incluso hoy el ex motociclista no ha podido rehacer su vida como consecuencia de las graves lesiones sufridas por la irresponsabilidad de los organizadores.
El afectado se va en contra de Javier de la Vega, pero también debería exigir a los organizadores de los arrancones porque son los responsables directos, que respondan ante la ley por su falta de responsabilidad civil. Uno de ellos, parece, es abogado, y debería de saber que cometió un delito por omisión.
Los arrancones se convirtieron en una tradición entre los fresas iturbidenses, que acudían cada feria de febrero a autocelebrar su privilegiada posición económica compitiendo en sus motocicletas por ver quien llegaba primero a la meta.
Después, expandieron la autocelebración de su prosperidad e invitaban a competidores de varias regiones del país. Muchas veces, sus competencias iturbidenses carecían de los mínimos elementos de seguridad, ya sabe usted, como muchos eran hijos de papi, lo que menos les preocupaba era el futuro y la responsabilidad civil; y hasta hacían berrinche si el gobierno municipal en turno les prohibía hacer sus arrancones por faltas de seguridad.
Finalmente, los arrancones alcanzaron cierta fama nacional pero ni aún así se tomaron las medidas de seguridad.
Eso, más un gobierno irresponsable como el de Javier de la Vega, que llegó al poder bajo las siglas de Convergencia, ese partido trapecista, tuvieron como consecuencia que en el último año sucediera este fatal accidente y que todavía hoy tiene secuelas.
Que respondan los organizadores directos, el titular de Protección Civil del gobierno de De la Vega y el propio ex alcalde Javier de la Vega.
Va nota de El Reloj

Demanda motociclista que se accidentó en la feria 2006

Miguel Mejía H.

El exalcalde Javier de la Vega ahora enfrenta otro problema, esto debido a que el motociclista que se accidentó contra una persona, la cual perdió la vida, en la feria del 2006, decidió interponer una denuncia penal contra quien resulte responsable por la falta de seguridad durante el evento de los arrancones de un cuarto de milla.
Rodolfo Grande Gallegos acudió a este Semanario para manifestar su deseo de que se la haga justicia, ya que ha tenido que costear tres operaciones quirúrgicas, además de que se ha quedado sin laborar, luego de accidentarse en un evento donde se garantizó la seguridad de los competidores ni de los asistentes.

El percance
El accidente se registró en los arrancones de motocicletas realizado el pasado 5 de febrero de 2006, evento incluido en el programa de la feria de ese año.
Era cerca de la una de la tarde con 50 minutos cuando al desarrollarse una carrera, a escasos metros de la meta de las competencias, en el tramo donde deben frenar las motocicletas, un hombre de aproximadamente 40 años se atravesó en la pista, por lo que el conductor del automotor no pudo detenerse y lo impactó de frente, siendo atropellado y arrojado a unos metros del percance. La motocicleta se fue a impactar contra una camioneta que estaba a un costado de la pista.
Rodolfo Grande Gallegos, originario de la ciudad de San Luis Potosí, participó en una carrera a bordo de una motocicleta Yamaha RG, modelo 2003 de color negra, cuando después de la meta en el margen de frenado se le atravesó una persona que se le identificó como Enrique Sosa Chávez, de 45 años de edad y originario de la comunidad de Los Encinos; por la velocidad del automotor fue imposible detener su marcha o esquivarlo, por lo que se impactó casi de frente con él y lo aventó algunos metros; así mismo, Rodolfo salió disparado de la motocicleta y cayó al suelo mientras que su vehículo se fue a impactar contra una camioneta Chevrolet, color guinda y con matrículas ST 62 598 del estado de Querétaro.
Rodolfo Grande resultó con posible fractura craneoencefálica, así como con golpes y raspones en diferentes partes del cuerpo; mientras que Enrique Sosa registró fractura craneoencefálica y diversos golpes en el cuerpo, quien por lo fuerte del impacto perdió la vida casi al instante.
Mientras tanto, la multitud conglomerada hizo que se retrasara la llegada de los Bomberos, quienes a bordo de la ambulancia 613 procedieron a revisar a las dos personas lesionadas, donde se determinó que Enrique Sosa ya había fallecido, y Rodolfo Grande fue trasladado al Hospital Municipal, sin embargo por la gravedad de sus lesiones tuvo que ser trasladado a la clínica de Nuestra Señora de la Salud en San Luis Potosí; cabe mencionar que el uso de casco de protección fue vital, aunque al cierre de edición de ayer se le reportó como grave.
Las competencias se realizaron en el Libramiento Oriente, el cual estaba cerrado a la circulación por órdenes del entonces alcalde Javier de la Vega, ya que según no contaba con la seguridad necesaria para que circulen los automotores.
Pues fue precisamente en este tramo carretera que al estar cerrado a la circulación resultó adecuado para las carreras, según los organizadores.
Como medidas de seguridad los promotores del evento pusieron un mecate de plástico, el cual fue tirado por los asistentes e invadieron la pista.

Justicia
Los arrancones de motocicletas están normados bajo la Federación Mexicana de Motociclistas, pero el evento realizado en febrero de 2006 no se contó con el aval de dicha instancia.
Asimismo, tanto el gobierno municipal de ese entonces, encabezado por Javier de la Vega, y el organizador de la feria, Julio Basaldúa, incluyeron las competencias dentro del programa de la feria, como consta en el convenio firmado entre ambos, con fecha del 3 de enero de 2006.
En cuya cláusula XV se establece: “El municipio se compromete a otorgar el permiso correspondiente al C. Julio Basaldúa Vargas para la ejecución de los arrancones llevados a cabo el 5 de febrero del 2006 en el Libramiento Oriente”.
Ahora, para su recuperación física Rodolfo Grande Gallegos se ha sometido a tres intervenciones quirúrgicas con un costo de casi un millón de pesos, y faltan otras dos intervenciones, además de que le falta atenderse el ojo izquierdo, del cual perdió la visibilidad.
Por lo tanto, para que se haga justicia el pasado 24 de julio decidió interponer una denuncia “contra quien resulte responsable” por las lesiones que sufrió al haber participado en los arrancones. La averiguación previa es la 173/2007 11-32-AI1.
En entrevista para El Reloj Rodolfo Grande señaló que hasta ahora interpuso la denuncia porque se estaba recuperando de sus lesiones.
“Hubo meses que del dolor me doblaba. Estaba sedado”, por lo que ahora no cuenta con los recursos para continuar con sus gastos médicos. No es justo que “por falta de medidas de seguridad haya pasado esto (del accidente). Yo de milagro (me salve), iba arriba de 200 kilómetros por hora” lo que dificultó que frenara.
“Yo ya no soy el mismo de antes. Desde los 13 años (de edad) siempre anduve en moto, ya más profesionalmente desde 1998. Tengo diplomas como recuerdo. En 2004 y 2005 gané primeros lugares en todos los lados que corrí”.
Dijo que el el accidente “no fue mi culpa. De hecho ya había ganado en una categoría, por lo que entonces me siento ahora impotente”, señaló.
Asimismo, recordó que en otras competencias a las que había asistido las medidas de seguridad estaban muy bien, pero aquí falló, ya que al estar concentrado en la competencia no se percató que eran sólo mecates los que separaban al público de la pista.
Dijo recordar que en la última carrera arrancó. “De hecho le voy ganando al otro y cuando volteo de reojo vi gente muy lejos, empecé a frenar pero por la velocidad no alcancé a frenar y fue en cuestión de segundos” el impacto. “Fue todo muy rápido y después del golpe no recuerdo nada”.
Señaló que en la actualidad no se ha podido incorporar a la vida laboral, ya que aunque es contador de profesión, no puede ejercer al padecer de discapacidad en el brazo derecho.
El motivo de la denuncia es para recuperar el costo de las operaciones y de las otras dos que faltan, las cuales estima en un costo de 500 mil pesos.
Las lesiones que sufrió, dijo, “fue fractura craneoencefálica, se me oprimió el nervio óptico y por eso ya no veo; del plexo braquial se me desprendieron los nervios, perdí movilidad en todo el brazo derecho”, indicó, por lo que poco a poco se ha ido recuperando.
Por último, dijo que lamentaba que una persona hubiera fallecido por el accidente y “por culpa de alguien pasan estas cosas”, indicó, por lo que ahora espera que se haga justicia, ya que se registró una muerte y lesiones en su persona. Ahora “vamos a aportar los elementos para que se ejercite la acción penal y la reparación del año. Siento que la ley si puede ayudar mucho si todo va conforme a derecho”.