Ciudadano Iturbidense

Otra mirada a la actualidad de San José Iturbide, Guanajuato.

octubre 30, 2006

A cambiar placas

Sinceramente no causa sorpresa el hecho de que el panisaurio Oliva aumente los impuestos.

Aunque Calderón hizo la promesa descabellada de eliminar la tenencia, en el corazón del panismo se demuestra que aplicarán la política contraria, por ello el reemplacamiento.

Así que no nos sorprendamos que si Calderón ofreció estabilidad económica, en Guanajuato aumente la tasa de desempleo.

Aunque no es necesario esperar, simplemente basta dar una vuelta por la Sierra Gorda para ver el nivel de pobreza que el PAN en 15 años de gobierno no ha podido desterrar.

Volviendo al tema de las placas, a nadie extrañe que muchos iturbidenses opten por sacar sus placas en Querétaro, son más baratas y el trámite menos burocrático.

Si no me creen, dense una vuelta por la ciudad y a simple vista cuenten cuantos autos traen placas de Querétaro y cuantos de Guanajuato.

Se sorprenderán de cuán parejas resultan las cifras. Ya les di una idea para un reportaje. De nadal.

Chequen la nota, infograma y fotos, cortesía involuntaria de Correo.

Preparan replaqueo para 2007; vencen laminillas el 31 de marzo
Por: Martín Fuentes , Jueves, 26 de Octubre de 2006
El último cambio se hizo en 2001; la medida permitió al gobierno estatal captar entonces 264 millones de pesos

GUANAJUATO

El gobierno de Juan Manuel Oliva Ramírez planea el reemplacamiento para el próximo año de vehículos de motor y remolques, con el objetivo de allegarse de más recursos públicos y de modernizar el padrón del parque vehicular.

Las placas de circulación que se expidieron entre enero y el 31 de marzo de 2001, vencen el tres de marzo del próximo año y aunque no se sabe cuánto costará cada juego de placas de circulación, no se descarta que aumenten, pues hace apenas nueve días el propio gobernador afirmó que se contemplaba aumentar tarifas de servicios, derechos y contribuciones que cobra el estado para disponer de más recursos para la inversión pública.

El reemplacamiento fue confirmado ayer por personal de las oficinas de rentas de la capital del estado y Celaya, quienes incluso recomendaron a personas preparar ese gasto para evitar un fuerte golpe a su economía durante la cuesta de enero.


En 2001, cuando se llevó a cabo el último replaqueo, los propietarios de vehículos y remolques pagaron 430 pesos por cada juego de placas, calcomanía y tarjeta de circulación, y aunque no se sabe qué decisión se tomará al respecto, Juan Manuel Oliva ha declarado que, en el marco de un ajuste presupuestal, no se descarta aumentar tarifas de derechos, servicios y contribuciones.

El costo de las laminillas tendrá que establecerse en la iniciativa de Ley de Ingresos del estado para el ejercicio fiscal de 2007 que el Ejecutivo deberá turnar al Congreso local el próximo 25 de noviembre.

En 2001, según cifras de la Ley de Ingresos de ese año, el parque vehicular del estado era de 616 mil unidades de motor, y con el reemplacamiento el gobierno se allegaría recursos por 264 millones de pesos, cifra que el próximo año sería mayor si la actual administración decide aumentar esa tarifa.

A diferencia del que se implementó en 2001, y que causó polémica porque apenas tres años antes se habían expedido placas de circulación con vigencia de seis, el reemplacamiento de 2007 sí sería dentro del tiempo previsto, ya que las placas que se expidieron entre enero y el 31 de marzo de 2001 vencen el tres de marzo de 2007.

El derecho que se cobra por las placas es por el servicio que en materia de registro, circulación y control de vehículos presta la administración pública estatal a través de la Dirección General de Tránsito y Transporte del Estado (DGTyTE).

En diciembre de 2000 que se aprobó la Ley de Ingresos del estado para el ejercicio fiscal del siguiente año, poco después de haber iniciado el gobierno de Juan Carlos Romero Hicks, se argumentó que una Norma Oficial Mexicana expedida el 25 de septiembre de ese año, por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), establecía que la vigencia de las placas sería de tres años "contados a partir de que se realizó el canje total" y que, en virtud de que el último reemplacamiento había sido en 1998, procedía otro.

Miguel Montes García, ex diputado de la fracción parlamentaria del partido Revolucionario Institucional, advirtió en ese entonces que esa NOM no se podía aplicar retroactivamente porque la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal del 98 se había aprobado a finales del año anterior en base -para el caso del reemplaqueamiento- a la Norma Técnica Oficial Mexicana que establecía una duración de seis años, de placas metálicas, calcomanías de identificación y tarjetas de circulación.

"La Ley de Caminos y Puentes Federales de Ingresos, no faculta (a la SCT) para que nos señale la duración de las placas en las entidades federativas", también se advirtió entonces en el Congreso; pero finalmente el reemplaqueamiento de 2001 fue aprobado y, aunque más de una decena de personas se ampararon y evitaron pagarlo, la mayoría de los propietarios de vehículos cubrió los 430 pesos que costaba el juego de laminillas.

OBJETIVOS DEL AJUSTE PRESUPUESTAL

Juan Manuel Oliva Ramírez anunció el lunes 16 de octubre, tres semanas después de haber asumido el cargo de gobernador, que para privilegiar la inversión en obras y servicios públicos, habría un ajuste al presupuesto para el ejercicio fiscal del próximo año, a fin de disminuir el gasto corriente.

Aseguró que responsables de dependencias gubernamentales estaban en la mejor disposición de abatir entre un cinco y un 10 por ciento el monto que destinan a gasto corriente, mientras que el secretario de Finanzas y Administración, Gustavo Adolfo González Estrada, adelantó que el 25 de noviembre que se turne al Congreso el paquete fiscal, también se dará a conocer un "plan de austeridad total" para racionar uso de gasolina, vehículos, viáticos y otros gastos.

Cumplir compromisos de campaña y garantizar la continuidad a obras de infraestructura, y dar prioridad a proyectos relacionados con el combate a la pobreza, es lo que se pretende con el ajuste presupuestal, aunque Oliva Ramírez no descartó aumentar tarifas de derechos, servicios y contribuciones que cobra el estado para que éste pueda allegarse más recursos y cumplir con esas expectativas.

Así pues, con ahorros en dependencias y eventuales aumentos a derechos, servicios y contribuciones -sin crear más impuestos ni aumentar los que ya existen, según ha declarado González Estrada-, la administración de Oliva pretende superar la cifra prevista de cuatro mil millones de pesos para inversión pública dentro del Presupuesto de Egresos de 2007, que se estima oscilará entre los 29 y 30 mil mdp.