Juicio Político al anterior Ayuntamiento
I
Cuando Javier de la Vega tomó posesión en octubre del 2003 (evento que al más puro echeverrista aprovechó para dar a conocer ante el mundo el "Corrido de Javier de la Vega" donde narraba sus hazañas de justicia social con las cuales beneficiaría a Sanjo) dijo, entre otras tantas tonterías como esa de convertir a San José en el municipio número uno del país y hacer una carretera que nos comunicara al Golfo, que al final de su administración no habría bonos ni nadie se quedaría con el dinero del pueblo.
Y bueno, ahí está otra más de sus mentiras. Se sirvió con la cuchara grande y como buen priísta, aunque ahora es convergencista, de viejo cuño le convidó a sus cuates y al orgullo de su nepotismo: su amada hija Alma Rosa de la Vega, quien fungió como su secretaria particular y fue liquidada con jugosa compensación por la entrante administración, la cual empieza a mostrarse tibia para enfrentar a estos dinosaurios.
II
A principios de este 2006 entre la población iturbidense corrió fuertemente la voz de que no había que pagar predial para no darle más dinero a Javier de la Vega porque lo desaparecería como por arte de magia y no veríamos obra pública ni nada.
En su momento pareció exagerado pero al final la sabia voz del pueblo tuvo razón: el mayor legado fue un table dance a orillas de la carretera 57.
POr ello, no es de extrañar que haya un enorme faltante por concepto de predial. Enrique tendrá que convencer al pueblo de que sus impuestos serán bien utilizados, pero si empieza con que es para pagar la primera quincena de noviembre, dudo que muchos vayan y paguen.
Para el ciudadano de a pie iturbidense, la autoridad municipal quedó en serio desprestigio.
Por tanto, una de las principales tareas de Enrique Arvizu, quien es buen muchacho, será recuperar la legitimidad de la institución.
III
Hasta el momento sólo se ha criticado al ex alcalde Javier de la Vega, sin embargo, también son corresponsables del desastre que es el municipio iturbidense los regidores.
Cabe destacar que a nivel local los regidores supieron manejar bien su imagen y se mostraron como defensores del pueblo y que siempre intentaron recomponer las finanzas dañadas.
Sin embargo, ese discurso no soporta un análisis serio. Para empezar, los regidores empiezan a cuestionar a la alcalde hasta la mitad de la gestión, que es cuando De la Vega Velázquez les corta apoyos y viáticos.
Por ejemplo, el exregidor priista Francisco Mendoza realizó un viaje a las futboleras tierras del Brasil y otro a Estados Unidos, supuestamente analizando compra de maquinaria.
En tanto, la exregidora panista Alicia Guadalupe Torres, alias la maestra Mico, no decía ni pío contra el alcalde porque su hija estaba en la nómina municipal en el área de Relaciones Exteriores.
Tampoco se sostiene el discurso de que los regidores no recibían información del estado del municipio porque tanto para José Luis Sinecio y Alicia Guadalupe Torres era su segunda vez como representantes populares al interior de cabildo. Y no se diga de Ricardo Estrada que en los ochentas fue presidente, por cierto, el último que ha llegado al poder bajo las siglas del PRI.
Así que, los regidores también son culpables por acción u omisión. Si en su momento callaron porque les convenía callar, o porque simplmeente no sabían la responsabilidad que tienen al ser representantes popuilares, son corresponsables del desastre financiero que es ahora San José Iturbide. ¡Juicio político al anterior ayuntamiento!
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