Ciudadano Iturbidense

Otra mirada a la actualidad de San José Iturbide, Guanajuato.

diciembre 05, 2006

La reconquista española


De La Jornada con imagen de El sendero de El peje:

Astillero

Julio Hernández López

La reconquista

El país de los negocios

La primera reunión importante de Felipe Calderón con segmentos no oficiales fue, ayer, con empresarios españoles. Luego de afinar en sus primeros días de gobierno la relación de mutua dependencia con los cuerpos policiales-militares que le habrán de sostener y con los cuáles emprenderá sus primeras acciones políticas "audaces", el michoacano creyó conveniente enviar un mensaje de aliento y privilegio a los representantes de la ibérica corriente política y económica que tanto le apoyó en el diseño y la ejecución del golpe político que le llevó a Los Pinos.

La reconquista de México tuvo meses atrás como orador pionero al ex presidente José María Aznar, quien convocó abiertamente a los mexicanos a sufragar por Calderón. Luego vendría la importación del tóxico Antonio Solá, que insertó en la sociedad mexicana el mal de la división mediante la propaganda negativa. Y esa nueva búsqueda de "hacer la América" ha contado con los servicios mediáticos y propagandísticos de empresas como la que entre sus principales productos edita el diario El País, periódico éste que abiertamente distorsionó la realidad mexicana y emitió juicios de descalificación a un candidato presidencial sin tomar en cuenta los términos de las leyes mexicanas y sus procesos de resolución en materia electoral.

Esa reconquista tiene en el equipo de Felipe Calderón cuando menos dos alfiles reconocidos: uno de ellos es el virtual vicepresidente, Juan Camilo Mouriño, quien nació en España y asumió la ciudadanía mexicana; el otro es el cuñado cómodo, Juan Ignacio Zavala, quien ha renunciado a ejercer algún cargo durante la administración de Calderón pero a cambio ha sido contratado como una especie de comisionista de lujo en una empresa editorial española que, aparte de producir los antedichos editoriales facciosos contra López Obrador, pretende mediante sus múltiples vertientes corporativas hacerse del gran negocio de la impresión de los libros de texto gratuito: ¡Hildebrando vive, el bisnes sigue!

Pero, además de esa adhesión ideológica a la corriente derechista hispana, el precario calderonismo cultiva el compromiso expreso con empresas estadunidenses que constituyen un alto riesgo para cualquier intento de soberanía nacional, como el Grupo Carlyle que ahora tiene en México a un representante de lujo, Luis Téllez, en la estratégica Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y al socio de Téllez, virtual pareja de trabajo, Eduardo Medina Mora, que ha quedado al frente de la secretaría de ingresos no contables por vía de exportaciones toleradas, es decir, la Procuraduría General de la República.

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